martes, 25 de septiembre de 2012

Have a great day!



¡¿Qué tal estás hoy?!


Es lo que oyes cada vez que cruzas la puerta de un local en esta ciudad. No es un 'qué tal' de los nuestros, en los que no se espera respuesta. Aquí se responde, y la pregunta puede incluso dar lugar a una conversación entre desconocidos. Quienes me conocen saben que en eso de comprar prefiero que no me molesten. Soy de las que va sola y siempre acaba en tiendas grandes para evitar que el personal se dirija a mí si yo no quiero. Pues es una tarea imposible en el reino del saludo como estrategia de marketing. En los distintos establecimientos la tanda de saludos sigue siempre practicamente el mismo esquema, lo que me hace sospechar de un decálogo sobre 'amabilidad para mejorar tu negocio' que todas las empresas han comprado por internet. Los pasos más habituales son los siguientes:

- ¡Hola! ¡¿Qué tal estás hoy?!
- Bien, gracias. ¿Y tú?
- Muy bien, gracias. ¿Necesitas ayuda?
- No, gracias, estoy echando un vistazo.
- Perfecto, avísame si puedo ayudarte con algo.
- Gracias.

Y una vez en la caja:

- ¡Hola! ¡¿Qué tal estás hoy?! (No importa que sea la misma persona; se vuelve a empezar.)
- Bien, gracias. ¿Y tú?
- Muy bien, gracias. ¿Has encontrado todo lo que buscabas sin problemas?
- Sí, gracias.
- ¿Has necesitado algun tipo de ayuda por parte de nuestro personal?
- No, lo he encontrado yo sola, gracias.
- ¡Perfecto! ¿Te hemos atendido bien?
- Mmmh... sí...
- ¡Bien! Pues mi nombre es ... (se rellena con Kimmy, Mandy, Jenny o cualquier diminutivo del estilo) y si quieres puedes cumplimentar una encuesta en nuestra página web sobre la atención que has recibido hoy y con la que puedes ganar un vale por valor de ... dólares (dependiendo del establecimiento).

Sí, estoy de acuerdo, es una estrategia sucia y barata. Amabilidad fingida sólo para conseguir votos en la batalla por ser la empleada del mes. Pero yo las relleno todas. Aquí he cambiado el chip y sé lo mucho que un vale descuento puede aportarle a mi vida.

Cuando más me ofusco es cuando, además de preguntarte qué tal estás y cómo va tu día, la cajera del supermercado quiere saber si has hecho algo interesante. Cuando estaba hospedada en el Pacific Inn y pasaba el dia vagando con mi mochila en busca de apartamento, más de una vez estuve a punto de romper a llorar en la caja cuando me hacían esa pregunta. ¿Y qué se supone que tienes que responder? ¿Tienes que contarle a la cajera y al resto de personas que esperan en la cola que has tenido un día de mierda, que te han echado del trabajo, que tus hijos adolescentes ya no quieren darte besos en público? 
 
Los bares siguen la misma dinámica que las tiendas, aunque en este sector la expresión clave es "¿Estás bien?". Cada dos por tres aparece una camarera o camarero y te pregunta si todo está bien. Incluso hay veces en que se acercan para cerciorarse, poco convencidos de tu respuesta anterior, y te espetan: "¿Todavía estás bien?". Sí, gracias, estoy bien y si no lo estuviera probablemente no lo compartiría contigo sino con las personas que me acompañan en la mesa, no crees? Y no, no quiero otra cerveza, aunque sepa que tú cobras gran parte de tu sueldo gracias a la propinas. Y no me hagas sentir peor dibujándome una carita sonriente en la cuenta. Lo siento pero no puedo dejarte más propina, yo tampoco trabajo en Google.

Reconozco que la gente en Palo Alto es very friendly, y eso es un aspecto positivo. Pero a veces la amabilidad puede convertirse en pesadez y la curiosidad en impertinencia. ¿Y quién no tiene ratos en los que necesita tranquilidad, que nadie le de conversación para poder estar a solas con sus pensamientos? Son las pequeñas cosas que echo de menos de Donosti, la ciudad en la que para que te atiendan tienes que prender fuego al local. Como poco.   
 
 
 
 





2 comentarios:

  1. Hola Ane,

    Me acabo de leer unos cuantos post de tu blog y en éste me he dicho: Tengo que hacerle un comentario!

    Tuve la misma sensación cuando hace unos años estuve en NY, la amabilidad forzada para servirte otra copa y sacarte más propina me sacaba de quicio. Muy fuerte que en un país tan "avanzado" los camareros no tengan ni un sueldo normal... En fin, que me interesa mucho ver California i los EEUU desde tus ojos críticos, así que te voy a seguir! Por favor, no dudes en escribir sobre todo lo que te sorprenda!

    Un besazo y muchos ánimos con el blog (que como bloguera viajera sé lo que cuesta a veces ponerse a escribir y colgar fotos)!!!! Desde aquí se agradecen mucho tus historias frescas!!!

    Muxus!

    Mariona

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  2. Mariona! Pues si, parece que me das el relevo en esto de relatar nuestras aventuras en tierras lejanas. Es verdad que hay dias en los que cuesta escribir, pero saber que hay gente como tu que pasa un rato agradable leyendo mis 'relatos' me anima a seguir.

    Muchos muxus!!!

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