jueves, 20 de diciembre de 2012

Por si no se acaba el mundo

 
 
Es probable que no lo hayáis escuchado, pero dicen que el mundo se va a terminar hoy. Así, sin más. Flop. Y desaparece. Al principio era un poco escéptica, pero en los últimos días he estado pensando y, bien mirado, hay montones de señales. Muchas razones de peso para dar esto por finiquitado.
 
 
Hoy mismo, por ejemplo, he visto la promo del programa Hijos de papá. Había una chica rubia con un chiguagua que decía que no le gustan los "catetos", porque no cuidan su imagen. Efectivamente, el Universo podría pasar perfectamente sin ella. Pero no sólo la Barbie de Marbella. Cualquiera de esos pequeños monstruos incitan a prenderle fuego a la Tierra (pero no lo hagáis nunca, amiguitos). Hay muchas razones para bajarse del tren. ¿Gandía Shore? ¿Gangnam Style? Perdonen, pero yo me apeo. Y no voy a entrar en más detalles de la basura que nos rodeea en el mundo, porque si este es vuestro último día tampoco os lo voy a fastidiar con discursos reivindicativos.
 
 
A mí lo que me puede es el concepto del final. El Científico me explicó que el tiempo es absoluto, y que somos nosotros los que lo relativizamos con el tema del sol y los hemisferios. Entendido. Pero resulta que he leído que la hora del fin del mundo son las cinco de la tarde. Para todos. ¿Pero las cinco de quién? Reflexionando (poco), he llegado a la conclusión de que se trata de las cinco del centro del mundo, o lo que es lo mismo, de nuestras cinco de la tarde. Porque si van a venir los alienígenas, no pueden aparcar la nave en otro lugar que no sean los Estados Unidos. No conocen nada más.  
 
 
Así que la mayoría de vosotros tendréis todo el día de hoy para disfrutarlo a tope. Yo no sé lo que haré durante la mañana. Pensaba ir a por los regalos de Navidad, pero no merece la pena si luego no los vamos a poder abrir. También podría marcharme a Las Vegas a ver a Celine Dion en concierto, pero en lo que tardo en llegar... flop. Así que tampoco. Creo que me dedicaré a la vida contemplativa. Pasear entre árboles, sentarme al sol, abrir una buena botella de tinto, fumarme un cigarrillo (Oh, Dios Santo!!). Y por supuesto, hablar con mi gente, aunque sea vía Skype y con retardo. Sí, las cosas buenas de este mundo tan terrible y tan injusto.
 
 
Y si al final no pasa nada, y el sábado vuelve a salir el sol, creo que me tomaré un par de días de 'descanso' del blog (¿o sería mejor decir 'os daré un par de días de descanso'?) para volver a la carga con más fuerza después de las celebraciones navideñas. Hasta entonces, como diría algún actor americano en un anuncio de champán (o cava catalán): "¡Felises fiestas!"


 
 
 

3 comentarios:

  1. otra de jaja..yo por si acaso empiezoahora con la txistorra.muxus handis!

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  2. Merry Chrimas y todo eso.descansa pero no nos dejes sin tus estupendas historias. Muxus from Tenerife.

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